Estamos en un momento óptimo, no sin dificultades y esfuerzo para establecer un camino de esperanza en el futuro inmediato.Contamos con una generación de toreros preparados, un plantel amplio y variado. Los resultados nos dicen que estamos seguramente en el mejor momento de la historia en el proceso de cría del toro bravo.
Los aficionados hemos vivido un baño de realidad tan necesario para ser conscientes de lo que tenemos y podemos perder, así como que los problemas de la fiesta no sonexógenos, sino que parten principalmente de nuestra dejadez y desunión. Esta toma deconciencia puede y debe ser el revulsivo que tanto tiempo llevamos buscando.
No todo tiempo pasado fue mejor. Desde el respeto a nuestra tradición , se abre una puerta a la ilusión por construir la tauromaquia de hoy, adaptada a la realidad social actual en la que nos sintamos cómodos y contribuyamos todos a garantizar su continuidad
Debemos saber ser eficientes, centrarnos en lo mucho positivo que tenemos a nivelcultural, ecológico, económico y apoyados en nuestros valores, saber ubicar lo negativoen propuestas de resolución con espíritu crítico e inteligente.
Adaptarnos para conseguir el hueco que por nuestra importancia tenemos ha de ser una prioridad, buscando y convenciendo apoyos en los centros de las decisiones políticas y de aceptación social.
Para ello debemos perder el miedo a defender lo nuestro, mejorando la forma de hacer llegar nuestro mensaje al gran público, sabiendo generar interés más allá de nuestro círculo cerrado de aficionados y aprovechando el momento de oportunidad existente.
En una sociedad en la que la verdad está siendo sustituida por la posverdad y los valores básicos son flexibilizados a conveniencia, la tauromaquia y más en concreto nuestra formade proceder como taurinos, debe representar un espejo de referencia para contribuir a mejorar nuestra sociedad.