Historia y evolución del traje de Torear
El traje de torear en el tiempo
Antes del XVII, el toreo no era considerado como una profesión y los lidiadores vestían con su ropa habitual; la que le correspondiera según su situación social: la de caballeros o pajes, los caballeros eran ayudados desde la arena por los pajes.
Ya en el S XVII se empiezan a organizar festejos con toros a pie, y para ello se reclamaban cuadrillas de lidiadores profesionales, normalmente navarros o andaluces que junto con sus cuadrillas acudían a las fiestas con indumentarias específicas para la actuación, circunstancia que identificada al grupo. Algunos de esos hombres lucían un distintivo que era una banda, por la cual se diferenciaban los contratados de los ventureros, es decir, los que acudían e intervenían por deseo propio.
En Andalucía se sientan algunas bases sobre el traje de torear. La Real Maestranza de Sevilla hacia 1730 vestía al personal participante del festejo con ternos grana. Se emplea ante como material para la confección de los ternos (chaquetilla, chaleco y la taleguilla).
Posteriormente, en el año 1793, el torero Joaquín Rodríguez Costillares solicita que se le incorpore un galón de plata al matador como símbolo de protagonismo. Además Costillares introdujo otras innovaciones como los bordados, y botones que adornaban el traje de luces.
En el año 1620 , en la Plaza Mayor de Madrid, “salieron de las cuatro esquinas gentes para correrlos, todos con bandas de colores que dio la Villa para este efecto” “tocados con monteras” y añade el escrito que ello “ fue cosa admirable”.
Por portar esas bandas se les denominaba como «Bandas de toreros o Toreros de banda».
Los inicios del traje de torear pueden apreciarse en Francisco Romero, vistiendo calzón,
coleto , una vestidura hecha de ante, por su flexibilidad y dureza apropiado para torear , mangas con terciopelo negro y cinturón, lleva consigo estoque y muleta.
En 1730, la Maestranza de Sevilla se encarga de vestir a los toreadores contratados con vestidos de color grana con galón blanco; acabó siendo el uniforme oficial de la Maestranza. Este encarnado y blanco se mantuvo durante más de de 60 años como uniforme oficial. Fuera de Sevilla,los toreros tenían libertad en los colores y adornos de sus trajes, siempre que fueran sobrios.elebración de una corrida en Málaga denominada Picassiana; donde los toreros se lucen con trajes inspirados en su estilo y visión del color y la forma.
Los toreros en la época De Goya
Con Costillares tuvo lugar la revolucionó en el diseño del traje de torear. Juan de la Cruz, pinta a Costillares con un traje de los manolos del XVIII, chaqueta media larga; cuerpo de seda y muchos adornos, ondas y botones con filigranas. Hombreras y charreteras anchas de cinta de seda. Mangas estrechas con ojales y botoneras. Resalta la gran faja de seda roja lazada al lado izquierdo. Calzón ancho con botonaduras en los laterales y cerrado por debajo de la rodilla. Medias claras de seda y zapatos bajos con lazos de adorno. Este último detalle se mantiene en los trajes actuales. Curioso es el color de la muleta .
Francisco de Goya realizó La Tauromaquia, una serie de 33 grabados publicada en 1816. Con ellos Goya pretendía ilustrar algunos pasajes de la Carta Histórica sobre el origen y progreso de las corridas de toros en España (1777), que Nicolás Fernández de Moratín dedicó a Ramón Pignatelli. Goya completó la serie con inspiraciones personales y recuerdos.
En todos los cuadros de Goya representa al torero con un tocado en la cabeza y el pelo recogido en una redecilla negra, igual que en el cuadro de Juan de la Cruz a Costillares.
La larga coleta y la forma de recogerlo, posiblemente se justificaba para proteger la cabeza en caso de golpe por caída. En muchos casos la redecilla negra quedaba rematada por un lazo de seda negro en lo más alto de la cabez
La dinastía de los Romero
Paquiro El revolucionario del traje de torear
Francisco Montes “Paquiro” fue un gran innovador en el toreo y también en el diseño de los trajes de faena. Entre 1830 y 1835, “Paquiro” se presenta sin la típica redecilla y aparece con la montera. Las primeras monteras eran de gran tamaño y más altas que las actuales; realizadas en astrakán y adornadas con borlas en los laterales .
“Paquiro” introduce el traje las “luces” . Las lentejuelas es lo más novedoso, junto con los alamares o botones de adorno. Los machos se introducen en el diseño original para apretar y asegurar la posición de la taleguilla y de la chaquetilla. Las hombreras crecen en tamaño y la chaquetilla se acorta eliminándose los faldones dejando lucir la faja . El material más utilizado para la taleguilla o calzón es la seda torzal para que se acoplen perfectamente a la pierna.
La chaquetilla se hace más ancha, abriéndose por las sisas, para facilitar la libertad de movimiento de los brazos. Aparecen los bolsillos rematados con pañuelos. La espalda está bordada y con cordones
Con la utilización de la montera, la larga coleta se sujetaba en una moña de gran tamaño. Posiblemente este sea el origen de la actual coleta o castañeta postiza que hecha de cordón de seda negro, siguen utilizando los toreros actuales sujetándola con un pasador por la ausencia de la coleta. En las corridas goyescas, como la tradicional de Ronda, los toreros lucen todavía las redecillas.
La camisa típica, de color blanco, tenía dobles ojales en el cuello con cuatro botones. La corbata era ancha y se denominaba pañueleta, debía ser de igual color que el de la faja. En la actualidad la corbata ha sido reducida a la mínima expresión y se denomina corbatín
El traje en el siglo XX
Después de los cambios introducidos por “Paquiro”, el traje de luces actual difiere poco del utilizado en el siglo XIX. se ha avanzado en buscar la comodidad y la sencillez.
El legado de Pablo Picasso
El mundo de los toros agradece al pintor y escultor malagueño Pablo Ruiz Picasso su apoyo y devoción con la celebración de una corrida en Málaga denominada Picassiana; donde los toreros se lucen con trajes inspirados en su estilo y visión del color y la forma.